La semana pasada tuve el agrado de participar en el 11º Congreso de Tarot Internacional (www.congresotarot.com), organizado por la Escuela Mariló Casals de Barcelona.
Es importante comentar que a partir del primer congreso que organizó esta escuela el año 2012 en Barcelona, se fueron sumando año a año nuevos países a la iniciativa de realizar congresos de tarot, conformando lo que hoy es la Red Internacional de Congresos de Tarot (www.redinternacionalcongresosdetarot.com) que agrupa a 8 países, y entre cuyos logros está la redacción de un Código Ético del Tarot (www.eticaytarot.com) y el establecimiento de recomendaciones para tarotistas y consultantes.
Debo confesar que si bien hace mucho tiempo yo investigaba y estudiaba sobre el Tarot Minchiate, fue después de quedar seleccionada en este congreso que tuve el impulso y la motivación para realizar la campaña de Kickstarter, reproducir mi mazo y comenzar a escribir un libro especializado en Minchiate. Me di cuenta del enorme vacío de información que existía (nunca se había presentado una exposición sobre esta baraja, en un congreso de la red de congresos de tarot) y que había que abordar seriamente la difusión del conocimiento.
¿Qué les puedo contar de mi experiencia?
Pues bien, es impresionante la cantidad de temas y puntos de vista que existen en torno al tarot, realmente, así como existen miles de versiones y barajas diferentes de tarot, existen miles de miradas.
Los seres humanos somos increíblemente creativos y es maravilloso como se expresa esta creatividad en la inmensa diversidad de enfoques y tarotistas. En este sentido fue una sorpresa ir descubriendo las ponencias y sus contenidos.
Lo primero que salta a la vista es que estamos todas locas. En serio, me divertí muchísimo. Yo no soy muy esotérica o más bien, creo que el camino de la magia y el espíritu es principalmente personal, vivencial e intransferible.
Hay en torno al tarot un universo esotérico enorme, de varios siglos de gestación, que en sus múltiples expresiones es una verdadera fiesta de visualizaciones, horóscopos, numerología, señales, energías, vibraciones, rituales, luces doradas, auras, etc.
Dentro de esta gran fiesta que fue el congreso, una descubre que música es la que mas le gusta y con quien quiere bailar o con quien prefiere salir del salón para conversar con más tranquilidad.
Personalmente mi corazón quedó flechado con el trabajo del argentino Marcelo Umpierrez (@historicasdel_tarot), cuya ponencia “La fortaleza de los condenados (la torre)” fue un viaje por el triunfo de la Torre, desde sus primeras representaciones en los tarots históricos y clásicos hasta la actualidad, mostrando sus diferentes nombres y significados, de acuerdo con los escritos, la iconografía de la época y la región de cada carta (que por supuesto iba mostrando a lo largo de su exposición). Un trabajo de investigación muy bueno, que por supuesto menciona “La casa del diablo” del Tarot Minchiate.
También quiero destacar los dos días presenciales del congreso, que fueron el sábado 27 y domingo 28 de marzo, con más de doscientas personas reunidas en un gran salón compartiendo su amor por el tarot, en donde improvisamos una breve clase introductoria a “Cómo jugar Minchiate y cuáles son las reglas básicas del juego” quitándole una hora al tiempo para almorzar.
La idea surgió después de mi ponencia, en el momento de las preguntas y respuestas, y “se dijo se hizo”. Me causó mucha ilusión ver el interés que había por aprender a jugar, ¡porque yo nunca tengo con quién hacerlo! Snif!
Eso me pasa por ser una romántica, y querer jugar juegos perdidos en el tiempo! Así que apenas termine el libro que estoy escribiendo, prometo comenzar a hacer talleres y grupos de práctica de Minchiate en algún bar de Barcelona.
Volviendo al congreso, como siempre, lo mejor es la gente. Mi gremio loco. Conocí personas únicas y fue hermoso compartir con ellas. Y para finalizar este relato quiero destacar un gran momento para el Tarot Minchiate: al inicio del congreso presencial, la organización nos invitó a hacer un “Ritual para activar la intuición”, para lo cual en la mesa y en cada puesto, todos los asistentes teníamos a disposición lápices de colores, una vela, una llavecita en miniatura, etc.
Por supuesto todos los asistentes debíamos ir con nuestro mazo de tarot, entonces, en uno de los pasos del ritual nos pidieron sacar cuatro cartas que representaran los 4 elementos y disponerlas frente a nosotros en torno a la vela, por ejemplo As de Copas (agua), As de Oros (tierra), As de Bastos (fuego), As de Espadas (aire).
Comprenderán ustedes el profundo placer y la alegría que sentí, al darme cuenta de que entre las 200 personas asistentes, yo era la única que no ponía cartas que representaban a los 4 elementos, ¡Sino que tenía a los 4 elementos!, que gran momento Minchiate! ¡Estaba tan feliz! Era como tener a los verdaderos artistas invitados en la mesa, mientras en las demás estaban los imitadores, o como tener a los presidentes mientras los demás tienen a los embajadores, en fin, algo así sentí, un verdadero triunfo de triunfos, y lo mejor es que mis compañeros de mesa se dieron cuenta.
No éramos muchos en mi mesa, pero ya algo se avanza.
Y si no puedo presumir este gran momento Minchiate aquí, ¡no tengo dónde más hacerlo!
Así que si te gusta la cartomancia, te gusta jugar juegos de cartas y te gustan los rituales con cuatro elementos, ya lo sabes, el Minchiate es para ti!